
CONMEMORACIÓN DE LA ENTRADA DEL SEÑOR EN JERUSALÉN
El Domingo de Ramos es el pórtico de la Semana Santa. La celebración de hoy consta de dos partes: la entrada de Jesús en Jerusalén con la bendición de los ramos y la eucaristía que nos lleva a recordar al Siervo de Dios que sufre y muere para pasar al triunfo pascual. La entrada de Jesús en Jerusalén es un gesto profético que preanuncia su triunfo en la resurrección.
Las lecturas de este día son muy significativas, forman una unidad y expresan el mensaje del Jesús doliente. El Siervo de Dios permanece siempre a la escucha de la Palabra de Dios y la anuncia a pesar de que es ultrajado (Primera lectura).
El Siervo, según la tradición cristiana es Jesús. El Evangelio proclama la persecución y la muerte de Jesús para liberar a la humanidad sumergida en el pecado y la muerte (Evangelio).
El himno que transcribe Pablo habla de la humillación y la glorificación de Jesús sobre todo nombre (Segunda lectura).